martes, 4 de octubre de 2016

DOMINANDO UN CINTURÓN NEGRO.

DOMINANDO UN CINTURÓN NEGRO.

Recientemente, después de seis años y treinta días haciendo Aikido, finalmente me hice shodan, para todos los aikidokas es muy sabido que usar una hakama es un aprendizaje, pero pocas personas hablan del cinturón negro, de la dureza de su material y de lo que para algunos, como yo, por ejemplo,  le resultó tan difícil hacerle un nudo a un cinturón negro nuevo.

Mi primera opción fue no usarlo, ya que me sentía bastante cómoda con mi cinturón viejo y domesticado, pero como es muy natural mi Sensei me pregunto por el, a lo cual conteste de forma muy franca, no logro hacerle el nudo, su respuesta resultó sumamente precisa, tienes que usarlo hasta que logres domarlo.

Como era obvio mi falta de muñecas para hacerle el nudo, busqué la forma de domarlo yo a el:  A puro martillazos, los golpes quebraron sus hilos internos y ya no eran hilos grandes y fuertes dentro de un cinturón, pasaron hacer hilos pequeños y débiles dentro de una estructura.

Así mismo funciona el Aikido, cuando logramos la armonía de trabajar con todo nuestro cuerpo al unísono, nos convertimos en un todo poderoso, no solo en unas piernas que avanzan dejando atrás el resto de nuestro cuerpo,  sino, en un cuerpo que se complementa constantemente, de forma armónica y fluida para dominar a nuestro oponente.

Claro que debilitar mi cinturón tuvo sus costos, el martillo me causo una gran ampolla en mi dedo índice derecho, así también es el Aikido, necesitamos pagar el costo de la dedicación, de entrenar, para lograr dominarnos a nosotros mismos, para tener un Aikido que demuestre lo que debe ser, Armonía y fluidez.

Espero poder conseguir esa fluidez y armonía, no solo por el Aikido, también por mí.
A medida que ha mejorado  mi Aikido, he mejorado yo internamente, he cambiado y  creo que para mejor.


Verónica Galla.